sábado, 24 de marzo de 2018

ABADÍA DE AULNE

Hace menos de dos años traía hasta estas páginas algunas fotografías de la abadía cisterciense de Villers la Ville.
Apenas una hora de camino hay desde aquel lugar hasta aquí. 


Fundada como abadía benedictina en el año 637, pronto fue ampliando sus dominios y aumentando el número de edificaciones, dependencias, jardines y terrenos de labor.



Cuatrocientos años después de su fundación, este complejo monástico pasó a manos de los monjes cistercienses de Clairvaux.



Al igual que la mayor parte de las abadías medievales del sur de Bélgica, este lugar alternó períodos de gran esplendor con otros de decadencia y olvido.




A finales del siglo XVIII, las ideas renovadoras de la Revolución Francesa atravesaron las fronteras belgas y llegaron hasta aquí. Ello propició el incendio y saqueo de este lugar. La expansión de las ideas de la Ilustración sirvió, entre otras cosas, para quemar los 45.000 libros, manuscritos muchos de ellos, de la biblioteca de esta abadía.






Actualmente aún pueden verse estas imponentes ruinas en un meandro del río Sambre.