Si tuviera que describir con una sola palabra la sensación que me produjo pasear por sus almenas, por sus salones, por sus pasadizos, por sus mazmorras o por su patio de armas, sería sin lugar a dudas soledad. Soledad, pero también silencio, un silencio grandioso y elocuente.
Este edificio fue construido durante el siglo XVIII y ha sido considerado por diversos historiadores un ejemplo de diseño militar.
El Forte Nossa Senhora de Graça, también llamado de Lippe, se distingue por su colosal tamaño, por su planta estrellada y por su elevado emplazamiento. Está constituido por tres edificaciones: las murallas exteriores, el cuerpo principal, formado a su vez por cuatro baluartes, y el cuartel central.
En la actualidad su estado es de completo abandono.
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