Hubo
un tiempo en que era bastante corriente ver este tipo de molinos en
Portugal, en la actualidad muchos de ellos han desaparecido.
Estos
dos molinos están bastante cerca de una carretera comarcal en pleno
corazón del Algarve portugués. Sirvieron durante más de un siglo
para moler los cereales que se cosechaban en la comarca.

Ambos, al
igual que el resto de los molinos algarvíos, tienen características
similares: son edificios cilíndricos de paredes gruesas, con una
planta baja y una terraza sobre ella.
La
escalera que conduce hasta esta última está embutida en el muro, a
la manera de las antiguas torres de almenara.
Ahora,
después de varias décadas en completo abandono, estas edificaciones
empiezan a acusar el paso del tiempo y a deteriorarse a gran
velocidad. Si nadie lo remedia, pronto poca gente tendrá constancia
de cómo eran estas singulares construcciones.
Un patrimonio importantisimo que se pierde ante la indiferencia de todo el mundo.
ResponderEliminar¡Y que luego se derroche dinero en restaurar otras tonterías y estas joyas arquitectónicas se dejen morir por desidia!
Buen detalle has tenido Antonio de tener un recuerdo para ellos.
Un abrazo.
Es verdad que vamos perdiendo una gran parte del patrimonio, Faustino, muchas veces porque no somos capaces de valorar la obra de nuestros mayores. Algún día lamentaremos habernos dejado perder tanta riqueza. Un abrazo,
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