El Alamín es un poblado de vida efímera. Se construyó cerca del río Alberche en 1957 para acoger a los jornaleros que trabajaban en las fincas del marqués de Comillas. Sin embargo, tan solo cuarenta años después el lugar quedaba vacío.
Las cuarenta viviendas con que contó El Alamín están dispuestas en varias calles, cuyo trazado perpendicular tiene mucho que ver con los poblados que se construyeron en nuestro país al amparo de los planes de regadío, entre las décadas de los cincuenta y los setenta del siglo pasado.
Además de las casas, aún pueden verse la iglesia, la escuela con sus dos aulas, el bar, un pequeño convento y dos piscinas públicas, todo ello no demasiado bien conservado si tenemos en cuenta que solo hace quince años que El Alamín quedó deshabitado.
Bonita barriada. Recuerda a "El Torbiscal", de Sevilla. Ambas eran aldeas de jornaleros que trabajaban para terratenientes. Esta de "El Alamín", aunque más pequeña, quizás más singular por los materiales de construcción utilizados. La piedra le imprime una pátina de antigüedad.
ResponderEliminarSi los propietarios se deciden a explotar este asentamento como residencias rurales, no sé como van a sacar de la piedra tanto graffitti.
Efectivamente, tiene muchos puntos en común con este otro poblado sevillano; sobre todo por ser dos núcleos de población recientes y de corta vida. El Torbiscal es bastante más extenso que El Alamín, pero quizás éste tenga una arquitectura más original. También el hecho de estar construido en medio de la frondosa vegetación del río Alberche le dé un plus de belleza. Sin duda, tanto El Alamín como El Torbiscal son lugares interesantes y de gran belleza.
EliminarEl Alamin visto con otros ojos diferentes a los míos. Un enfoque fotográfico muy interesante el que le has dado. Me encanta ver este pueblo desde otra perspectiva.
ResponderEliminarAquí la primavera esta resplandeciente, rebosante de colorido, la vegetación forma parte del paisaje sin llegar a entorpecerlo.
Como bien dice Pedro el uso de la piedra y la ausencia de ladrillo hace parecer al pueblo más antiguo de lo que es.
Me encanta la calle principal de El Alamin (1ª foto) viéndola in situ o en fotografía me parece una maravilla visual, un deleite para la retina.
Para mi fue un placer volver a visitarlo en tu compañia.
Un abrazo.
Amigo Faustino, tengo que agradecerte el haberme hecho descubrir este interesante lugar, haberme acompañado en esta visita y además haberme ilustrado sobre su breve historia. Pasamos una mañana fenomenal recorriendo sus calles y explorando sus edificios.
EliminarUn abrazo
bonito reportaje y bonitas fotos las que has hecho de este pueblo. Que cantidad de historias habrá detrás de cada casa, que bonito seria poder volver hacia atrás para ver in situ como era la vida en esos pueblos y en esa época, la primera foto impresionante.
ResponderEliminarEs quizá lo que más me atrae de estos lugares: lo que aún queda de lo que un día estuvo lleno de gente, el vagar por las calles vacías imaginando la vida que hubo en estos pueblos... Gracias por tu participación
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