domingo, 7 de agosto de 2016

ABADÍA CISTERCIENSE

Uno de mis grandes proyectos es visitar las abadías medievales belgas. Por ahora sólo he tenido la suerte de conocer ésta que está situada en la comarca de Brabante y que fue fundada en 1146 por los monjes de Clairvaux.







En su época de apogeo, esta abadía contó con más de cien monjes, unos trescientos conversos y casi diez mil hectáreas de tierras de labranza y de bosques.



 Este complejo abacial conoce su primer gran momento en el siglo XIII. Quinientos años después tiene lugar su segunda época de esplendor.


La abadía fue abandonada en 1796, inmediatamente después comenzaron los expolios y los robos del patrimonio que atesoraba.