ADUANA DE FERROL

La arquitectura edilicia está presente en esta construcción situada justo frente al puerto de esta ciudad gallega.

Inaugurada en 1935, cumplió su función de aduana durante setenta años.

Sus casi setecientos metros cuadrados incluyen un precioso patio porticado, invadido hoy por la maleza y los roedores.

Un reciente acuerdo entre su titular, el Ministerio del Interior, y la Autoridad Portuaria promete por fin la rehabilitación de este edificio, abandonado desde 2005.

BASE AMERICANA DE ESTACA DE BARES

Esta vieja base norteamericana no es demasiado conocida; se levanta a unos centenares de metros al este del faro de Estaca de Bares, en plena costa cántabra.

Desde su inauguración en 1960, apenas estuvo operativa durante treinta años.

El sistema de navegación Loran fue utilizado desde aquí por la guardia costera norteamericana como parte de las actividades de vigilancia del litoral cantábrico.

Los edificios quedaron abandonados en 1991, poco tiempo después comenzó el desvalijamiento, la rapiña y la ruina. 

Ahora solo quedan las paredes, las enormes neveras, los tanques de combustible y el viento atlántico que sopla entre las ventanas y puertas abiertas.

CINE RENACIMIENTO

Encontrar las ruinas de este antiguo cine teatro me hizo recordar de inmediato las salas de cine de mi infancia.

Aparte de esta hermosa fachada, donde convergen varios estilos arquitectónicos, poco queda de aquel edificio que, junto al Teatro Jofre, hizo las delicias de los ferrolanos durante más de tres cuartos de siglo.

Conocido simplemente como Rena, el cine Renacimiento fue también uno de los grandes teatros gallegos, un lugar que acogió eventos teatrales y musicales durante la mayor parte del siglo pasado.

Su interior, otrora suntuoso y opulento, es ahora un solar  copado por la maleza y las ratas, donde aún se adivinan la zona del patio de butacas, el escenario y los camerinos.

Inaugurado en 1919, tal como señala el rótulo de su fachada, el cine Renacimiento fue una de las primeras obras del arquitecto Eduardo Rodríguez-Losada. Apenas setenta años después el edificio quedó vacío y abandonado. Solo las protestas de los vecinos han conseguido evitar su demolición para construir un bloque de viviendas.

CÁRCEL DE HUELVA

El arquitecto Pérez Carasa siguió los diseños de las cárceles modelo, que ya funcionaban en el país desde finales del siglo XIX, para edificar ésta en el año 1930.

Desde la construcción del nuevo centro penitenciario, está abandonada y paradójicamente en la actualidad sirve de cobijo a algunos de los ladrones de la ciudad, incluso en algunas de sus dependencias pueden verse restos de mercancías robadas.

Viendo su situación actual dentro del casco urbano de Huelva poco hace suponer que, en la época de su construcción, este lugar estuviera a más de un kilómetro de distancia de la ciudad.

Pese a las promesas previas de respeto y mantenimiento del patrimonio, los distintos partidos políticos que se han alternado en el gobierno municipal sólo se han distinguido por su desidia y falta de compromiso con este edificio que va camino de sus cien años de existencia.

Como curiosidad, cabe decir que recientemente Benito Zambrano ha rodado aquí parte de su película "La voz dormida".