lunes, 31 de octubre de 2016

COMPLEJO TURÍSTICO

He aquí un monumento al despilfarro del erario público por parte de políticos, mangantes y vividores. Pronto hará veinte años que se terminaron las obras de este campamento turístico que aún no se ha estrenado.



La Torerera se proyectó como complejo turístico junto a las aguas del embalse Riscoso, en pleno corazón de la cuenca minera occidental de nuestra provincia.




Está compuesto por trece bungalows de aluminio construidos en forma de palafito en una de las orillas del pantano; además cuenta con varios edificios de hormigón: la recepción, un restaurante con una gran terraza sobre el agua y una zona de lavaderos, almacenes y duchas.






Según la prensa de la época fue inaugurado a finales de los años noventa, antes de la fecha prevista de fin de obras. Desde entonces nunca se ha utilizado, la maleza ha ido invadiendo la zona hasta el punto que no resulta fácil acceder a algunos lugares.



La consejería de obras públicas y transportes fue la promotora de este campamento turístico que costó casi un millón de euros, una cantidad que a ninguna institución parece dolerle demasiado.

miércoles, 19 de octubre de 2016

VILA FERNANDO

Colonia Agrícola Correccional Vila Fernando es la denominación completa de este pequeño poblado portugués.




Se inauguró en 1895 y funcionó durante más de un siglo, acogiendo a más de 1000 reclusos que salían de estas instalaciones con empleo garantizado.






Entre las edificaciones que componen Vila Fernando aún pueden verse, además de dormitorios y talleres, un comedor, un cine teatro, oficinas, una bodega, una iglesia, un botiquín, un puesto de la guardia republicana y algunas otras construcciones complementarias, la mayor parte de ellas diseñadas por el ingeniero Mendes Guerreiro..





La extensión de este centro educativo supera las mil hectáreas, de las cuales la mayor parte estuvo dedicada a terrenos de labor.


Pasear por sus calles y plazas es convivir durante un rato con el canto de los pájaros y el susurro de las ramas de los árboles al viento, poco queda ya del alboroto que debió de campear en este lugar en las horas de asueto de los internos.





El Ministerio de Justicia decidió hace unos años reubicar a los últimos funcionarios que velaban por la integridad de este lugar. Desde entonces los expolios se han ido sucediendo con cierta regularidad, habiendo desaparecido gran parte de los herrajes, puertas blindadas y, recientemente, la campana de la iglesia.