martes, 23 de octubre de 2018

MERCADO DE LA MERCED

He aquí un ejemplo más de la desidia de la administración municipal de Huelva. El Mercado de La Merced, con casi un siglo de historia a sus espaldas, agoniza lleno de roedores esperando la piqueta. 






Inaugurado en 1952, fue durante la segunda mitad del pasado siglo uno de los grandes mercados de la ciudad

En la actualidad podemos decir que casi ninguno de ellos ha corrido mejor suerte: el de Santa Fe está en condiciones muy parecidas a éste, el Mercado del Carmen fue derribado hace unos años y el de San Sebastián, único que queda en uso, está en condiciones bastante precarias.

La vegetación ha aprovechado el hecho de que sus puertas y ventanas hayan sido tapiadas, y se ha abierto paso por muchos lugares, convirtiendo el patio central, otrora lugar de venta y compra de productos, en un  verdadero jardín salvaje.



viernes, 19 de octubre de 2018

IGLESIA DE EL TORBISCAL

La pequeña iglesia se recorta al fondo de la calle de entrada. Nos sorprende su blancura, sus azulejos, su construcción típicamente sureña,... no hay duda, estamos en un pueblo andaluz.
  


Volver a El Torbiscal tiene cierto sabor a despedida, no en vano cada día que pasa va quedando menos en pie de este pequeño pueblo, ejemplo de arquitectura y economía paternal.


La iglesia también ha sido pasto de los vándalos y de los ladrones, como tantos otros sitios. Sin embargo, el carácter sagrado del edificio hace más sobrecogedora su visita. 
Penetrar entre sus paredes es penetrar en el silencio. Solo se oye nuestra conversación espaciada y algún pájaro revoloteando en las vigas del techo. Nuestros pasos dejan un eco extraño en los techos; solemne, me atrevería a decir.
Los gigantescos árboles de la calle parecen una cruel paradoja al contemplarlos desde las ventanas de esta sacristía totalmente destrozada.






Los bancos de madera están amontonados cerca del altar, ha habido que quitarlos del lugar donde estaban para arrancar el suelo y venderlo al mejor postor.


Corta vida parece quedar a este lugar que un día tuvo más de quinientos vecinos y una economía próspera. Poco parece importar eso a nadie.

domingo, 14 de octubre de 2018

BÚNKERES DE LA BARROSA

Mi hijo Pablo y mi sobrino Álvaro me habían hablado lo indecible de estos búnkeres abandonados en las playas atlánticas de Cádiz. 




 No hace mucho tuvimos la oportunidad de patearnos las arenas y las dunas para echarles un vistazo y hacer unas fotografías.



Fueron construidos durante la segunda guerra mundial. Su posición estratégica, junto a los búnkeres de Huelva, les permitía controlar el tráfico marítimo del estrecho.





Como se puede ver en las fotos, no hay un búnker igual a otro, incluso el material utilizado difiere en algún caso; mientras unos están hechos por completo de hormigón, otros combinan hormigón y cemento. 



Además de cobijo de las ratas de la zona, su interior sirve como basurero de los que no tienen un sitio mejor donde depositar su incultura y sus miserias.







La solidez de su construcción hace que, pese a su temprano abandono, sigan en bastante buen estado.