Se trata de El Torbiscal, un lugar del que ninguno de nosotros había oído hablar, ejemplo de arquitectura paternalista.
Su gestión, dirigida por un
economista, y su plan de trabajo, diseñado por ingenieros agrícolas,
hicieron de este pueblo un lugar cuyo progreso asombró a propios y
extraños.
El Torbiscal fue
el núcleo de la finca del mismo nombre, donde se pusieron en
práctica novedosas técnicas de riego y algunas plantaciones con
cultivos experimentales. En los años setenta y ochenta, momento de
su apogeo, llegó a contar con casi quinientos empleados.
Al
parecer, el abandono del pueblo tuvo su origen en el cambio de
dirección de la empresa. Sus últimos habitantes se marcharon de
aquí hace apenas dos años.
Preciosa entrada Antonio.
ResponderEliminarBien sabias que me iba a gustar.
Esta intacto totalmente, se nota que ha tenido vida hasta hace bien poco.
Muy buenas fotografías, con ellas se hace uno la idea de como es el pueblo, que parece animar al visitante a que vaya a conocerlo.
Lo tengo presente para cuando vaya por la zona.
Un abrazo.
Bastantes detalles nos remiten a la vida que ha tenido este lugar hasta hace muy poco: visillos en algunas ventanas, documentación, juguetes en algún patio, utensilios de cocina,... Gracias por tus comentarios, Faustino. Un abrazo
EliminarEs una pena ver estas fotos. Este lugar ha sido un referente de generaciones cercanas y es muy triste ver el deterioro que tiene. Lamento que el ayuntamiento de Utrera no haya sabido estar a la altura de las circunstancias y haber apostado por su conservación. Un grupo de 96 alumnos de nuestro colegio hemos querido rescatar a través de un Proyecto Escolar el pasado de esta cortijo que consideramos cercano y parte de nuestra historia y hemos recibido una respuesta negativa e injustificada desde sus propietarios. Una lástima porque teníamos mucha ilusión puesta en esta visita y el posterior estudio y trabajo del proyecto.
ResponderEliminarHola, Anónimo. Muy buena idea la de hacer ese trabajo con los alumnos del colegio donde trabajas, tanto por el enriquecimiento de los propios alumnos como por el preservar para el futuro el recuerdo de este pueblecito entre los habitantes de la comarca. Lástima que la gente no siempre piense así. Puedes contar con estas fotografías, si las necesitas, y algunas más que hice el día de mi visita a El Torbiscal. Si necesitas alguna información que yo pueda darte (también soy maestro, jeje) no dudes en pedírmela. Un abrazo
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