En Zarandas, justo en la salida del túnel 16, que sale de Corta Atalaya, es donde se empezó a construir Naya, en el último tercio del siglo XIX, con la finalidad de albergar a los trabajadores de la planta de tratamiento de mineral.
Este poblado se edificó en varias calles paralelas y una perpendicular, contó con una pequeña ermita en uno de sus extremos, un economato, una escuela, un casino minero, un cuartel de la guardia civil, un lavadero público y una recoleta placita diseñada en terrazas.
Algo alejado de lo que fue todo este núcleo poblacional, así como de la zona fabril, este cementerio es lo único de Naya que subsiste en la actualidad.
Ahí terminan todos los odios, las envidias y avaricias; última morada de ricos y pobres. Quizás la máxima expresión del "abandono" sea un cementerio en ruina. Saludos de José Antonio "Mejorada".
ResponderEliminarHay que estar muy pendiente para verlo al pasar por el carril. Pasé por aquí bastantes veces antes de darme cuenta de su existencia. ¡Una pena que solo sea esto lo que queda de La Naya! Enhorabuena, Malatao, por refrescarnos la memoria
ResponderEliminarMuy chulo el sitio
ResponderEliminarMuy chulo el sitio
ResponderEliminarComo llegar a ése cementerio !? Esta lejos de trenes abandonados !? Gracias
ResponderEliminarComo llegar a ése cementerio !? Esta lejos de trenes abandonados !? Gracias
ResponderEliminar