Se trata de un edificio construido a finales del siglo XIX y abandonado a lo largo de los años setenta. Junto al cercano Hotel Central, fue uno de los lugares donde la gente acomodada de la época se hospedaba al llegar aquí.
Su construcción en una calle con
bastante pendiente hace que el patio del hotel sea al mismo tiempo la terraza de una parte del edificio, donde aún pueden verse las ruinas de la claraboya que iluminaba el interior.
Los detalles que aún se perciben en el ámbito no dejan lugar a dudas sobre la importancia de este edificio en la época de su esplendor.
Tiene muchísimo peligro adentrarse en su interior por lo que se ve.
ResponderEliminar¡Que encanto tendría este edificio solitario en medio de un bosque!
Esa vegetación tan luminosa que acompaña pero no devora a muros, patios y escaleras.
Muy buenas las imágenes a nivel del tejado con las ventanas de las buhardillas.
Ya veo que sigues con tus incursiones por el país vecino. No pares que hay mucho que mostrar.
No solo hay ruinas hermosas en España.
Un abrazo.
A veces, las ruinas son bellas como la arruga.
ResponderEliminarMe ha gustado leerte y las fotos son muy buenas.
ResponderEliminarQue tengas buen fin de semana